Niño vestido con ropa amarilla mira a la dirección que le indica una señal

Accesibilidad cognitiva: claves, barreras y cómo aplicarla en entornos reales

Personas

Descubre qué es la accesibilidad cognitiva, qué barreras existen en la sociedad y cómo mejorarla con soluciones reales y prácticas.

Pilar Soret

Directora comercial y de Experiencia de cliente

LinkedIn Pilar Soret

La accesibilidad universal es un derecho fundamental que busca garantizar que todas las personas puedan participar en la sociedad en igualdad de condiciones. Para conseguirlo, no basta con eliminar barreras físicas o sensoriales: también es necesario asegurar que la información, los espacios y los servicios sean comprensibles y utilizables por todas las personas.

Aquí es donde entra en juego la accesibilidad cognitiva, que consiste en facilitar la comprensión, la orientación y la autonomía de personas con dificultades cognitivas, intelectuales, del desarrollo, del aprendizaje o con bajo nivel de alfabetización funcional. Además, la accesibilidad cognitiva no solo mejora la vida de quienes más lo necesitan: beneficia a toda la sociedad gracias al principio de diseño universal, creando entornos más claros y fáciles de usar para todos.

¿Qué es la accesibilidad cognitiva?

La accesibilidad cognitiva, que es un concepto esencial dentro dentro de la accesibilidad universal, se refiere al conjunto de medidas, recursos y adaptaciones que permiten a las personas comprender la información, orientarse en los entornos y utilizar servicios de manera autónoma.

Se trata de una dimensión complementaria a la accesibilidad física y sensorial, pero a menudo menos considerada. Sin embargo, es fundamental para garantizar que cualquier persona, independientemente de sus capacidades cognitivas, puede desenvolverse en su vida diaria de forma plena e inclusiva.

Principales barreras cognitivas en nuestra sociedad

Muchas de las barreras cognitivas son invisibles y pasan desapercibidas, pero tienen un gran impacto en la autonomía y la calidad de vida de las personas. Algunos ejemplos son:

  • Textos extensos o complejos: por ejemplo, un contrato de alquiler redactado con tecnicismos que resulta ininteligibles para la mayoría de los inquilinos.
  • Tipografías poco legibles o con mal contraste entre texto y fondo: como un menú de restaurante con letras demasiado pequeñas sobre un fondo oscuro.
  • Señalética confusa o poco intuitiva: típico de hospitales o estaciones donde las flechas no indican claramente la dirección a seguir.
  • Formularios difíciles de rellenar o entender: como los trámites online de la administración que piden información con lenguaje técnico.
  • Entornos digitales no intuitivos: páginas web con menús ocultos o botones poco visibles que complican la navegación.
  • Falta de formación sobre accesibilidad por parte de diseñadores de servicios y contenidos: por ejemplo, un equipo de atención al cliente que no sabe adaptar sus explicaciones a diferentes niveles de comprensión.
  • Información pública sin adaptación a diferentes niveles de comprensión: folletos o comunicados municipales redactados en un lenguaje burocrático, inaccesible para muchos ciudadanos.
  • Instrucciones técnicas mal estructuradas o ambiguas: como los manuales de uso de electrodomésticos llenos de tecnicismos que dificultan la comprensión.

Estos ejemplos muestran cómo las barreras cognitivas no solo afectan a personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, sino también a cualquiera que se enfrente a un entorno desconocido o una comunicación poco clara.

Iniciativas para mejorar la accesibilidad cognitiva

Existen múltiples soluciones para mejorar la accesibilidad cognitiva, tanto en espacios físicos como en entornos digitales. Algunas de estas buenas prácticas y tecnologías que se están aplicando hoy en día son:

Lectura fácil

La lectura fácil consiste en adaptar textos para que sean más comprensibles, utilizando frases cortas, un vocabulario sencillo y un diseño visual claro. Se aplica en documentos, formularios, páginas web y señalética, permitiendo que más personas comprendan la información sin dificultades.

Wayfinding o señalización orientativa

El wayfinding o señalización orientativa facilita la orientación en espacios como hospitales, estaciones, aeropuertos o centros públicos. Un diseño claro, con iconos comprensibles y mensajes directos, ayuda a las personas a moverse de forma autónoma y sin confusión.

Diseño de tecnología accesible

Las aplicaciones, páginas web y herramientas digitales deben ser intuitivas, simples y adaptadas a todos los perfiles de usuario. Esto implica menús claros, opciones visibles y navegación coherente.

En ILUNION impulsamos el desarrollo de soluciones tecnológicas inclusivas, pensadas para garantizar que cualquier persona pueda comprender y utilizar las herramientas digitales con facilidad. Descubre más sobre tecnología accesible.

Diseño inclusivo de espacios y servicios 

La accesibilidad cognitiva también se aplica en hoteles, oficinas, museos o centros de atención al cliente. Esto incluye desde una señalética clara hasta la interacción con el personal, pasando por la organización intuitiva de los servicios.

Viajar no solo consiste en llegar a un destino, sino también en entenderlo y disfrutarlo sin barreras. En ILUNION trabajamos para que el turismo accesible sea una realidad en todos sus aspectos, incorporando también la accesibilidad cognitiva en los espacios turísticos.

Ejemplos de accesibilidad cognitiva

La accesibilidad cognitiva ya no es una idea de futuro: muchas entidades públicas y privadas la están poniendo en práctica en su día a día. Estos son algunos ejemplos que muestran cómo ya se traduce en acciones reales:

La Fundación ONCE lleva años investigando y desarrollando iniciativas que facilitan la comprensión de la información y la orientación en distintos entornos. Entre ellas destacan los estudios sobre señalética comprensible, la promoción de la lectura fácil o la formación a profesionales que trabajan en espacios públicos y privados.

En ILUNION, la accesibilidad cognitiva forma parte de nuestro ADN y se aplica en ámbitos tan diversos como hoteles, hospitales o centros de atención al cliente. Esto se refleja en mejoras de señalización con mensajes claros y pictogramas, el diseño de entornos intuitivos, la formación de equipos para ofrecer una comunicación comprensible y la prestación de servicios de consultoría especializados que ayudan a otras organizaciones a implementar soluciones a medida.

Los museos también se están sumando a este cambio. Muchos han empezado a incluir paneles explicativos con pictogramas, folletos en lectura fácil y recorridos adaptados para que cualquier persona, independientemente de sus capacidades, pueda disfrutar de la experiencia cultural.

El ámbito digital es otro espacio clave. Cada vez más aplicaciones y páginas web están diseñadas con criterios de accesibilidad cognitiva: navegación sencilla, iconografía clara, botones bien visibles y lenguaje directo que facilita trámites como pedir cita, realizar una compra o acceder a información.

Incluso las administraciones públicas han comenzado a aplicar la lectura fácil en documentos oficiales y comunicaciones institucionales, un paso fundamental para garantizar que toda la ciudadanía pueda entender la información y ejercer sus derechos sin barreras.

No hay duda de que la accesibilidad cognitiva requiere compromiso, experiencia y un enfoque de 360º. Si quieres saber más sobre cómo en ILUNION ayudamos a organizaciones a diseñar entornos y servicios accesibles para todas las personas, echa un vistazo a todos nuestros servicios de accesibilidad.