El impacto del salario emocional en la gestión del talento
Según la Asociación Española para la Calidad, el salario emocional consiste en aquellos “conceptos asociados a la retribución de un empleado en los que se incluyen cuestiones de carácter no económico y cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando su calidad de vida y fomentando la conciliación laboral”. El término hace referencia a aquellas ventajas intangibles del puesto que no quedan reflejadas en la nómina. Pero, ¿sabemos hasta qué punto impacta su correcta aplicación en la gestión del talento de nuestro contact center?
En los últimos años, ha habido un cambio de tendencia en este sentido que ha revolucionado el ámbito de los recursos humanos. Los nuevos perfiles perciben este tipo de salario como un concepto prácticamente igual de valioso que el monetario, adquiriendo un papel fundamental a la hora de lograr un compromiso de las personas con la organización e impactando directamente en la motivación del empleado y en su productividad. Debemos, por tanto, velar por el bienestar de las personas de nuestro equipo, lo que mejorará el engagement laboral.
En este nuevo escenario, lo ideal es lograr establecer un equilibrio entre el salario económico y el emocional.
Las nuevas generaciones ya no suelen aceptar un empleo solo por tener un sueldo mayor. Antes, tendrán muy en cuenta los valores de la compañía, su proyección de futuro y desarrollo profesional, incentivos ofrecidos, posibilidad de teletrabajo, políticas de conciliación, etc.
Por supuesto, esta percepción cambia según la edad y la situación personal del empleado, siendo, por lo general, los más jóvenes lo que más demandan incentivos emocionales. Es importante disponer de un amplio abanico de opciones enfocadas a mejorar la Employee Experience, asegurándonos que impactan en la totalidad de las personas de nuestra organización.
Beneficios del salario emocional
Un salario emocional alto tiene como resultado una plantilla satisfecha, pero las ventajas de aplicarlo van mucho más allá:
Engagement laboral: el salario emocional aumenta el compromiso de los empleados, que establecen un fuerte vínculo con la organización.
Customer Experience: un trabajador contento y conectado emocionalmente con su empresa ofrecerá un servicio excelente, involucrándose con los clientes para ofrecer una experiencia que deje huella.
Reducción de absentismo y rotación: porque si eres feliz en tu puesto de trabajo y estás motivado con lo que haces, ¿por qué vas a buscar otras opciones o faltar a tus funciones?
Retención de talento: al reducir la rotación laboral, dispondrás de una plantilla estable, profesional y con un importante know how, lo que supone una ventaja competitiva. Además, podremos incentivar los planes de carrera internos, y reducir los gastos en continuos procesos de selección y formaciones iniciales.
Employee Branding: la aplicación de salario emocional hará a tu empresa un lugar atractivo para trabajar y atraerá talento a tu organización.
Productividad y Excelencia: todos los puntos anteriores se traducen en un aumento de la productividad y garantizan un servicio excelente por el que nos recordarán nuestros clientes.
Tipos de salario emocional
Según la experiencia que tenemos en nuestra compañía en el desarrollo de medidas que favorecen la Experiencia de Empleado, los elementos que las personas tienen en cuenta para valorar el salario emocional y decidir si el puesto de trabajo encaja con sus expectativas profesionales son, entre otros:
Flexibilidad laboral: considerando positivamente la adaptación horaria a las necesidades personales en puestos donde es posible aplicarlo; o la oficina flexible, con posibilidad de teletrabajo en un porcentaje de su jornada.
Medidas sociales: como ayudas de guardería, comedor, compra de gafas o equipos informáticos, etc.
Oportunidades de crecimiento: valorando muy positivamente los planes de carrera y la promoción interna.
Apuesta por la formación: para fomentar el aprendizaje y el desarrollo profesional, tanto a través de planes formativos continuos, como de programas especializados.
Iniciativas para la salud: disponer de servicio médico o de fisioterapia en los centros, nos aporta un valor diferencial. Además, acciones como la semana de la salud, talleres para una vida saludable o de gestión emocional y retos para mantenerse en forma son alicientes muy bien acogidos por la plantilla.
Ambiente laboral: es importante favorecer la sensación de pertenencia a un grupo. Para ello se pueden promover actividades de teambuilding, disponer de espacios de esparcimiento cómodos y agradables, como salas de descanso y comedores, decorar los centros de trabajo convirtiendo a los empleados en protagonistas para que se sientan en su casa, hacer los espacios accesibles para que las personas con discapacidad no tengan ningún tipo de barrera, involucrar a las personas para proponer ideas a retos marcados, etc. Todo ello mejorará el clima laboral, que será fundamental medir anualmente con encuestas de satisfacción para conocer la valoración de los empleados.
Propósito, misión, visión y valores compartidos: una empresa sólida, con valores arraigados y centrados en las personas generará una imagen atractiva. Esto hay que complementarlo con una comunicación fluida y transparente a través de las herramientas adecuadas.
Reconocimientos: hay que recompensar el esfuerzo y el saber hacer, lo que aumentará la motivación del empleado.
En nuestra empresa, tenemos muy presente que la diferencia radica en nuestros profesionales, porque somos personas que trabajan para personas y por eso, siempre ponemos a nuestros empleados en el centro, garantizando la mejor Employee Experience, lo que nos llevará a lograr la mejor Experiencia de Cliente, gracias a un servicio excelente y un equipo altamente comprometido.
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